ENCUENTRO EN EL ABISMO, 1979

ENCUENTRO EN EL ABISMO


Tras el brutal éxito mundial en 1977 del film de Steven Spielberg, Encuentros en la tercera fase, no tardaron mucho los italianos en copiarlo de alguna manera.

Los italianos eran astutos y mañosos copiando cualquier éxito del momento, y como posteriormente demostraron en la década de los 80, hacían sin ningún titubeo infinidad de clones cutres de films como "Mad max 2", "Tiburón", "Conan el barbaro", "Terminator", "En busca del arca perdida", etc...

En esta ocasión y en co-producción con España (el tema de las co-producciones entre dos paises o mas era algo normal) se hizo este film, que ligeramente se asemeja al film de Spielberg.

Como el presupuesto era muy escaso, a base de ingenio tenían que crear una historia que fueran capaces de plasmar y rellenar los 88 minutos que dura,y que fuera lo suficientemente potable como para ser estrenado en cines.

La solución que se optó fue rodar con un pequeño grupo de actores y rodar en un yate en el mar. Hacer una cuantas escenas submarineando, y en una piscina rodar varias secuencias de noche con efectos especiales: resplandores bajo el agua del ovni, una isla que explota al final y un barco de guerra de juguete hundiéndose (foto 2).

Algunos efectos especiales son realmente chapuceros y penosos, indignos de una producción cinematográfica. Hay que verlos en movimiento para comprender lo que digo. Filtros mal usados, pobres reflexiones y superposiciones amateurs son las maravillas que nos deslumbran para nuestra desgracia (ver foto 1).

La película comienza como ocurren extraños fenomenos bajo el mar y un buque de guerra investigando se hunde por fuerzas desconocidas (foto 3) en una secuencia que me recuerda a "El experimento Philadelphia". Mas tarde correrá la misma suerte un yate con turistas.

Pero resulta que en el mimso iba la hija de un millonario (la preciosa actriz francesa Carole André), cuyo padre decide para localizarla, contratar a un grupo de aventureros, investigadores, tipos duros y lobos de mar. ¡Como no, no faltará la pelea a puñetazos en una taberna!

Impagable la escena que de una piscina con tiburones sale como un torero Manuel Zarzo, gran actor español, y se pega un lingotazo de whisky. ¡Eso es un hombre, cojones!

Como impagable es que tras la pelea, el pollo bravo de la pelea se enrolla como una nena, y por la mañana yacen juntos en una cama, recuperando fuerzas tras la noche de pasión y sexo. El punto es que probablemente de forma involuntaria, la manta está enrollada de tal manera, que parece que... ¡El tipo está todavía empalmado! (ver foto 4)

Y en un yate (usan el mismo dos veces en la película) buscan a la hija del millonario, pegándose algunas inmersiones, viendo mas tiburones debajo del agua, y como no, hablando mucho todos reunidos, para llenar metraje.

Y en esas afables tertulias se exponen y argumentan toda clase de teorías sobre las desapareciones en el triángulo de las Bermudas, porque... ¡Si! ¡Están en el triángulo de las Bermudas!

Los italianos, inteligentes ellos, y conscientes que un film de encuentros con extraterrestres requiere mucho efecto especial, decorados y mas presupuesto, lo que hicieron en realidad es dejar eso para el clímax final, y rodar un film sobre las desapareciones de barcos y aviones en el triángulo de las Bermudas. ¡Dos pelis en una!

Total que el yate los hombres hablan de mil razones sobre las causas de las misteriosas desapareciones, hasta que hablan de teorías aliens. ¡Parece que leen párrafos de un libro de Erich von Daniken!

Al final llegan hasta una caverna debajo del mar, desconocida, y explorandola encuentran... ¡Una cabeza de piedra como en la Isla de Pascua! ¡Hostia! Y mas tarde una pequeña pirámide blanca luminosa que (pienso yo) te teletransporta a una especie de templo con altar en que... ¡Sale todo el mundo desaparecido a contraluz, como en el film de Spielberg! ¡Están vivos! ¡Por fin copiaron algo!

Y nada, todo acaba con un ovni saliendo del agua, volando y marchándose al espacio (ver foto 7), presumiblemente con toda la peña dentro. Lo acojonante es que la maqueta de plástico del ovni, está sujeta por la parte superior (ver flecha verde) por un delgadísimo alambre de metal, con que lo mueven y simulan que vuela. El problema obvio es que no supieron enmascarar adecuadamente el alambre, que refleja luces de los focos en el momento de la grabación de la toma.

Pero tras tan descacharrate final en el que nada pega, ni tiene mucha coherencia, ni se nos explica nada, al menos no se estafa al espectador y muestran... ¡Marcianos!

Curiosos en la foto 5, porque si veis las flechas, los monos que llevan son largos y las manos quedan por dentro de las mangas cerradas. ¡Parecen pinguinos! ¿Cómo se masturban entonces? ¿Aplaudiendo como una foca? Hahahaha

Y en la foto 6 esos monos que llevan de lycra, a los que les vemos las cremalleras en la espalda... ¡Se les mete por el culo, marcando nalgitas! ¡Vamos que un gay mira el culo de esos marcianos y se pone palote!

En fin. Con todo la película me resultó encantadora. Es mala, mala a rabiar, torpemente dirigida, peor hecha, y su desarrollo y argumento es un desastre. Pero tiene ENCANTO. Eran otros tiempos, había ingenuidad, picardía, y este tipo de films trash italianos eran un verdadero despiporre, tanto en como los hacían y como quedaban al final.

Encuentro en el abismo no es una gran película: es muy deficiente en casi todas sus areas, por no decir todas, pero el conjunto me recuerda a un tebeo barato, de fantasía, de los que leía en los 70. Cuando eres un niño y los leías, te encantaban y aquí pasa un poco lo mismo: en nuestras mente modernas que han visto "El caballero oscuro" este film es una mala broma, un bodrio, pero a finales de los 70, los niños veíamos estos films y soñábamos, flipábamos.

Como no, este film fue editado en VHS en España.

Esta película es un nostálgico regreso al pasado, a un tipo de cine, de concebir el cine, que nunca mas se hará, para bien o para mal.