Radu el vampiro continua sus andanzas y bueno, hay algún plano estéticamente interesante, siempre basados en las sombras y en iluminaciones pálidas. Vemos como por ejemplo sus diminutos siervos demoníacos le arrancan la estaca de su corazón y como su cabeza se une a su cuerpo de nuevo en el mas genuino estilo de La cosa. Este vampiro parece tener remedios tras ser asesinado, ante cualquier tipo de muerte, cosa realmente curiosa. Por lo demás poco mas. Eso si, el erotismo aquí baja muchos puntos. Es un film del montón que se deja ver si no tienes nada mas que ver y eso si, inferior a su primera parte.
