ZOMBIE 3 - Lucio Fulci ( Zombie 3 - 1988 )

Un completo bodrio sin pies ni cabeza. Una central nuclear provoca la consiguiente plaga de zombies en un país del suroeste asiático.

El guión es una completo caos lleno de cabos sin atar y viendo uno el film se da cuenta de infinidad de escenas cortadas, escenas distintas, escenas sin sentido contextual, etc... Semejante caos en el montaje es lógico y consecuente.

Lucio Fulci se peleó con los productores porque no le daban el dinero suficiente, no cumplían con las condiciones pactadas de rodaje y encima en el mism reinaba la indisciplina mas absoluta. Se mezclaba el equipo técnico y los actores y acaban todos los días de borracheras y de putas ahí en Filipinas, que fue donde se rodó el film.

Al final Lucio Fulci abandonó el rodaje amargado y enfadado y todo el metraje que faltaba fue grabado por Bruno Mattei y el guionista Claudio Fragasso y ni con esas lograron un resultados mínimamente aceptables. Aquí los zombies corren como demonios, llevan machetes y hasta hablan por la radio. Solamente faltó algún zombie filipino tocando la corneta.

Una basura que contó en sus filas como actor con el director Deran Serafian, autor posteriormente de la excelente película de acción Gunmen o de numerosos episodios para televisión de House, Buffy, Perdidos o CSI.

Uno de los peores films de zombies de la historia, absolutamente aburrido, incomprensible y malo de cojones. UN BODRIO.

Como anécdota decir que en Filipinas tienen un plato conocido como Balut, que es un huevo de pato. Tiene dos varientes con sangre, es decir con el huevo gestándose, y una segunda con el patito ya desarrollado dentro con plumas y todo. Este último es considerado un manjar por los filipinos y dicen que da gran potencia sexual y mucha fuerza. Conozco a uno que se atrevió a comer esa historia y dice que el jugo del huevo era repugnante, su olor fétido y cuando vio el patito dentro con el pico y los ojos cerrados que se le revolvió el estómago. Le dio un bocado y bueno, según me comentó no vomitó, pero el estomago le dio varias vueltas de campana dentro del vientre. No acabó el puto huevo. Huelga decir que me dijo que el huevo no tenía nada de sabroso o de rico, sino que su gusto y tal era absolutamente repuganante para el paladar occidental blanco. Joder, Lucio Fulci, podía haber filmado alguna escena de la peña comiendo Balut, igual hubiera dado verdadero asco la película.