El fisicoculturista Reg Park luce tipo y músculos en otro film de Hércules con una historia bastante entroncada con eso de la de Ulises de vivir una odisea en busca de ciertos objetivos. Evidentemente por cuestiones de tiempo y de presupuesto, la odisea que aquí vive Hércules es más corta, simple y modesta en cuanto a cantidad de sucesos, escenarios y profundidad implícita argumental. No obstante Hércules pelea con bellacos y villanos, tiene como némesis a un excelente Christopher Lee y encima viaja a numerosos lugares en el interior de la Tierra, infiernos diría yo, en los que pelea hasta con un monstruo de piedra. Pero si con eso no basta Hércules pelea al final con una horda de zombies y de vampiros voladores. Viajes en barco, escalada, levantamientos de piedras, saltos, peleas, puñetazos, actrices muy guapas de aquel entonces, etc... ¿Qué mas se puede pedir? Todo esto junto y remezclado propiciaría un potaje bastante flojo e insípido, si se analiza con rigor catedrático. Ya sabéis lo cabrón que puedo llegar a ser yo diseccionando un film, como hice con Cloverfield aka Monstruoso. Pero el caso que OH MILAGRO el film se eleva por encima de la media por la GENIAL dirección de Mario Bava y sus imaginaría visual. Su forma de filmar el film, de montarlo, de concebir las secuencias y sobre todo sus maravillosos decorados , matte paintings y sobre todo esto combinado con una ILUMINACIÓN MAGISTRAL elevan decididamente el film sobre la mediocridad.
Mario Bava junto a Franco Lolli (dirección artística y de producción) crean de verdad unos resultados magníficos a nivel visual. Es una gozada ver como se curra Mario Bava la fotografía del film, que es de esas que llenan y fascinan. Es una lástima que al final el clímax del film sea flojo con respecto al resto del film. Como anécdota comentar que Joe D'amato trabajó en este film en tareas de asistente de cámara. La película, siendo honesto, es probablemente poca cosa y su trama nunca pasará a la historia, pero ciertos segmentos de la misma son extraordinariamente bellos y evocadores. Es sorprendente que en los años 60 con pocos medios y mucha imaginación y talento fueran de hacer cosas muy interesantes y ahora es al revés: con medios superiores y una torpeza inclasificable verdaderos profesionales con carreras universitarias en audiovisuales son capaces de bodrios inenarrables. Por eso siempre será recordado Mario Bava como una verdadero maestro del fantástico europeo.
