Un excelente film de terror de Mario Bava, que digamos es una especie de puente entre el cine clásico de horror antiguo y el moderno, tomando lo mejor de cada lado. Aquí se nos plantea la historia de un joven norteamericano que viaja a Austria y se una a una restauradora (la siempre morbosa alemana Elke Sommer) y están en el castillo de Norimberga. Ahi comienzan a jugar con hechizos, conjuros y temas varios, hasta que resucitan al mencionado Baron, que no deja de ser una imitación del personaje de Vlad el empalador, que había muerto tres siglos atras. Total que comienzan a sucederse muertes, algunas de ellas muy sangrientas, gore y explicitas. Lo interesante del film es que toma el concepto clásico del castillo misterioso y fantasmal y Mario Bava a base de iluminación, movimientos de cámara y otros recursos lo potencia hasta lo impensable. De hecho estudiándose bien el film se pueden reconocer planos (sus conceptualizaciones) calcados en peliculas de Dario Argento, que no puede negar que su estilo, parte de su estilo, es deudor de Mario Bava. Otro punto interesante del film es que la película parece de vampiros, pero nada mas lejos, ya que el argumento presenta un giro importante, hacia la brujería, y al final su desenlace es mas propio de un film de zombies de Lucio Fulci que de una película de Drácula de la Hammer. Con todo hay algunos segmentos del film bastante aburridos, el guion tiene algunos altibajos e incluso hay un par de secuencias nocturnas demasiado oscuras a mi gusto. Elke Sommer como siempre esta muy interesante y en lineas generales este film bastante desconocidos y siempre ubicado en segunda fila de fuego dentro de la mimeografiara de Mario Bava, es estimable y digno de ser rescatado y revisado. Sobre todo hay que disfrutar de su impagable atmósfera que casi hace escuela. Hay quien dice que la historia de la bruja no encaja y esta metida con calzador. Personalmente esa parte del guion no me disgusto y qué cojones: la bruja esta muy buena. RECOMENDABLE.
