Producto de los 70, hecho con calidad y buen hacer artesano que nos cuenta una terrible historia.
Un multimillonario satanista está próximo a morir, y moribundo y conectado a máquinas que le mantienen con vida, hace llamar a una serie de personas a su mansión.
Misteriosamente una tras otra, al mas puro novela de Agatha Christie, van muriendo hasta descubrirse la terrorífica verdad.
Esas muertes sirven para generar una energías que permitirán pasar el espítitu del moribundo a un nuevo cuerpo joven, poseyéndolo y tomando posesión del mismo, haciendo que pueda vivir otra vida.
En el film se supone que es la tercera vez que lo hace, lo que nos indica que igual tiene mas de un siglo de edad.
La película mezcla una mansión, unos invitados y todos van muriendo misteriosamente. Muy estilo, como ya he dicho, a rollo novela policiaca.
Pero trufando el conjunto hay elementos terroríficos, satánicos, de posesiones, etc...
Protagonizando el film está Katharine Ross y un joven Sam Elliot sin canas, pero que no duda en enseñarnos en todo su esplendor su trasero, en una escena en la que se va hacia una ducha.
Dirigiendo este film debutaba con buena nota Richard Marquand, que tras hacer cortos y series de televisión, se encargó de hacer con buen pulso esta película.
Posteriormente Marquand dirigió el estupendo film "El ojo de la aguja" con Donald Sutherland en 1981, y su film mas popular con diferencia lo dirigió en 1983 y que fué "El retorno del Jedi", la conclusión de la primera trilogía de La guerra de las galaxias.
El guión del film no es perfecto y algunos momentos realmente extraños inducen mas a la comedia que al terror.
Con el ritmo sucede lo mismo: tiene momentos interesantes, otros misteriosos, pero otros completamente vacíos o prescindibles.
En resumen como film de terror no funciona exactamente como debería, como film de misterio la van las cosas mejor, y el resultado final para mí, sin ser extraordinario, al menos se deja ver y es bastante entretenido.
Curiosa, por no decir esperpéntica, la escena en que un tipo va a matar a Sam Elliot con una escopeta y cuando va a apretar el gatillo, los poderes del diablo hacen que... ¡Los cañones de la escopeta se ciegen, y se taponen con metal! ¡LA HOT-TIA!
PARA PASAR EL RATO.
Dedico esta review a Hernan Forni, que me ha escrito un agradable email desde Argentina. ¡Gracias, un abrazo y tomo nota de tus sugerencias!¡GRACIAS!
