La secuela de la exitosa La mosca era algo que ya caía por su propio
peso. Continuando el hilo argumental del primer film, todo continuaba
con el hijo de primer protagonista.
Tras semejante
descubrimiento, la teletrasportación, no es ilógico pensar que una
supercompañía militar o científica recogiera el testigo del desgraciado
científico muerto en el primer film. Así pues el argumento gira en
dichas investigaciones en un gran centro y en su hijo, ya que su novia
quedó embarazada en el primer film y muere al dar a un luz al principio
de este segundo.
Ese niño, pues crecerá en ese centro de
investigaciones y como no, sus genes de insecto aflorarán como las
flores en la primavera.
Uy... Que curto y fino me estoy vorviendo, señorito Juán.
Al
final tenemos que el film camina entre dos líneas bastante
entremezcladas. Por un lado el cine de Spielberg, del cual no escapa
indemne esta producción. Niño fantástico, niño con un casco en plan Los
Goonies, niño con un perro, jovencito con una jovencita, etc... Y por
otro lado intenta ser un film de terror como su predecesora. Por eso a
veces chocan ambas concepciones del cine, alternándose momentos gores y
de terror con momentos muy edulcolorados, más propio del cine comercial
para adolescente.
El film fue dirigido por Chris Wallas, en su
debut en el cine, un especialista en maquillajes y en efectos
especiales, que no lo hace mal. En el guión participaron personajes del
cine tan ilustres como Mick Garris o Frank Darabont. La película recaudó
en cines USA casi 20 millones de dólares.
Como film no está mal y
es una secuela digna. En vez de estara enfocado en las relaciones de
una pareja, la obsesión de un científico y la tragedia que esta provoca,
ahora el relato es más variado, más dinámico y con un aire más de
ciencia-ficción comercial. Digno de mención si son los monstruos
encerrados en el centro de investigaciones, el perro mutado y el malo al
final, que son escalofriantes. Hay escenas gore como una cabeza que se
revienta bajo un ascensor, etc... Lo increiblemente fallido en esta
película es la propia mosca. El monstruo (ver fotos adjuntas) no parece
un insecto sino un reptil, una especie de saurio mutante. Es muy
decepcionante y anacrónico su aspecto.
Lo más absurdo es el
final, como el protagonista es capaz de revertir su terrible mutación.
Pero bueno, se puede entender por lo apuntado en el primer film en su
clímax final.